La pesadilla del mal, es la sonrisa.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Un ángel de la guarda.

+ ¡Hola!, ¿Cómo estas?. Me encuentro en uno de esos días en los que te echo de menos, en los que necesito tan solo un animo tuyo para seguir adelante. Y pensar que esto no puede ocurrir me hunde todavía más.
A veces pienso que no debiste de irte nunca y que deberías de estar aquí, a mi lado, pero otras muchos me doy cuenta de que fue lo mejor.
Todos los días me acuerdo de ti y muchas veces es un gran apoyo para mi tenerte como ejemplo.
Creo que siempre serás de las personas que más han marcado mi infancia y eso nadie lo podrá cambiar nunca.
Contigo aprendí que es luchar por lo que quieres y te puedo asegurar que seguiré luchando hasta el final, como hiciste tú.
Gracias por todo. Te quiero mucho.
- Estoy perfectamente no me he olvidado de ti y quiero hacerte recordar que nunca me he ido de tu lado, que estoy ahí en tu día a día y que la promesa que te hice no fueron simples palabras.
Haz memoria de todo lo que te decía siempre, de cuando te decía que tu sueño formará parte de tu vida, que llegarás hasta donde te propongas y que tendrás la suerte de subir a un escenario y de demostrarle al mundo lo que vales.
Recuerda también que tu sonrisa alegra a todo el que se te pone por delante y que pase lo que pase, nunca tiene que apagarse.
Una pincelada nos demostró que es la verdadera amistad y que es el verdadero amor que hay entre un abuelo y una nieta. Nunca tires la toalla.
Te quiero. Abuelo.

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