La pesadilla del mal, es la sonrisa.

martes, 11 de septiembre de 2018

Yo he fracasado y me encanta.

¿Y si no doy la talla?


Este es el tipo de pregunta que te haces una y otra vez, día tras día, ante situaciones inciertas o difíciles para ti. Por miedo al fracaso.


Yo he fracasado, he fracasado muchas veces y me encanta.
El miedo al fracaso nos paraliza, y a veces nos paraliza tanto que somos capaces de dejarlo todo e ir a lo seguro, sin arriesgarnos; nos quedamos bloqueados, y nos volvemos incapaces ante toma de decisiones. Y todo por este miedo.
Te rindes antes de saber si has triunfado y te quedas en el mismo sitio siempre. No te esfuerzas, no te superas.
El miedo a la decepción lo tenemos todos, el miedo al que dirán, a lo nuevo, a lo diferente, al enfrentarte a lo que más te cuesta...
¿Te piensas que eres el único?.

A veces, cuanto más te esfuerzas, más fracasas. Pero, nunca olvides que todo esfuerzo tiene su recompensa, que a cada fracaso debes de sonreírle y cuanto más te cueste, más le sonríes.
Debe de ser una lección para ti, que te enseñe a ser más fuerte y que saque lo mejor de ti. Que consiga que jamás te rindas hasta lograr lo que quieres. Que te ayude a ser más humilde y a querer más.

Cada vez que te sientas un fracasado, recuerda lo afortunado que eres en otras mil cosas y que gracias a ellas, seguirás fracasando, pero cada vez un poquito menos y acabarás triunfando.
Todo depende de ti, de tu actitud, de tu vida, de tener claro qué quieres.
Prefiere equivocarte a arrepentirte.

"Solo aquellos que se atreven a tener grandes fracasos terminan consiguiendo grandes éxitos" W.S.

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