Días en los que la mano dirige sola el bolígrafo y no puede parar de enlazar sentimiento tras sentimiento, relato tras relato, historia tras historia y todo, a través de la escritura.
Una historia, define tu vida entera: una palabra, un sentimiento; un relato, una experiencia.
Hoy es el día en el que doy gracias a esa persona que me animó aquel día, a coger papel y lápiz, y a expresar todo lo que sentía tras esa mala e inolvidable experiencia.
Porque gracias a ti, ahora mismo, mi día a día es escribir.
Porque gracias a ti, ahora mismo, mi día a día es escribir.
No lo dejes nunca, merece la pena que sigas escribiendo abres muchos corazones
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